14 octubre, 2025

Corte Penal Internacional en el ojo del huracán

Corte Penal Internacional en el ojo del huracán


Estados Unidos no ha ratificado el tratado para ser miembro de la Corte Penal Internacional (CPI), lo que “paradójicamente” impide que sus crímenes de guerra en Irak o Afganistán sean procesados en La Haya.

El Estatuto de Roma tiene 123 Estados Parte, entre los que faltan potencias importantes, como EEUU, Rusia, China, India o Israel, lo que en la práctica supone que la CPI no tiene jurisdicción sobre los crímenes de guerra, de lesa humanidad, de genocidio o de agresión que puedan cometer.

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Impunidad.

Marieke De Hoon, experta en Derecho Internacional, subraya a EFE que Estados Unidos ha sido un gran defensor de la justicia penal global, pero “siempre se ha mostrado reacio a la creación de un tribunal supranacional con jurisdicción sobre sus nacionales: justicia para los demás, pero no para sí misma”, lo que “encaja en su enfoque aislacionista en la geopolítica”, Según cita Swiss.

El equilibrio del organismo de justicia esta altamente cuestionado, un ejemplo de ello cuando fue diligente ante la condena del líder libio Muamar al Gadaffi (2011), sin embargo, siguen impunes los crímenes de Occidente en el país árabe, lo que coloca la transparencia de la CPI en el ojo del huracán.

EEUU por el contrario tiene en vigor una ley que prohíbe que sus soldados sean extraditados para ser juzgados por crímenes de guerra, lo que impide a la CPI pronunciarse por sus acciones militares en Irak o Afganistán. Cuando lo intentó, Washington retiró el visado a la entonces fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, como medida de presión. Cuando se estableció la CPI en 2002, Francia y Reino Unido limitaron su jurisdicción para evitar ser procesados por una potencial agresión militar a otro país. En 2018, se amplió la jurisdicción de la CPI sobre este crimen, pero siempre que los dos países afectados ratifiquen el Estatuto.

Irak, 2003.

Un examen preliminar de posibles crímenes de guerra cometidos por fuerzas militares de Reino Unido durante la invasión de Irak de 2003 fue abierto por la Corte Penal Internacional en 2005 y cerrado en 2006. El examen preliminar fue reabierto en 2014 en la luz de nueva evidencia, según destacan portales.

El desplazamiento de varias tropas armadas de EEUU y Reino Unido, dos de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, supuso la comisión masiva de crímenes de guerra.

Esta iniciativa de dos de los grandes del órganos del mantenimiento de la paz y la seguridad internacional se produjeron sin contar con ninguna autorización y con la excusa de que Saddam Hussein (con el apoyo de Al Qaeda) desarrollaba armas de destrucción masiva.

Se trató de un subterfugio que no estuvo desligado de actos contrarios al Derecho internacional humanitario.Por tratarse de una ocupación extranjera, los crímenes de guerra que se habrían cometido serían infracciones graves a los Convenios de Ginebra de 1949 y otras violaciones graves al Derecho internacional humanitario.

Aunque se piense que estos eventos pudieron haber quedado en el olvido, lo cierto es que luego de 10 años de la intervención militar del Reino Unido en Iraq, llamada también Operación Teliq, las repercusiones continúan.

EEUU tildó de imprudente investigación de la CPI

La Corte Penal Internacional (CPI) autorizó en marzo de 2020, abrir una investigación sobre los presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad perpetrados en Afganistán desde mayo de 2003 por el Talibán, soldados afganos y efectivos armados y de inteligencia estadounidenses en el contexto de la guerra en ese país.

Estados Unidos, que no es parte de la Corte, rechazó el fallo. Sin embargo, los crímenes habrían sido cometidos en territorio de Afganistán, un Estado signatario del Estatuto de Roma, el documento fundacional del tribunal, lo que otorga a la CPI jurisdicción independientemente de la nacionalidad de los acusados. No obstante, esta disposición que habilita legalmente la investigación, el Departamento de Estado estadounidense emitió un comunicado en el que calificó de “imprudente”.

La Fiscalía ha listado tortura y tratos crueles, atropello de la dignidad, violación y otras formas de violencia sexual, entre distintos crímenes de guerra y lesa humanidad perpetrados por las tropas estadounidenses a partir del 1 de mayo de 2013.

La fiscal Fatou Bensouda también investigará las imputaciones de tortura a manos de militares y policías afganos, según cita ONU.

Cinco años de genocidio británico en Irak

El 10 de enero de 2014, el European Center for Constitutional and Human Rights (ECCHR) y el Public Interest Lawyers (PIL) presentaron conjuntamente ante el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) una petición muy detallada referida a 85 casos, entre el 2003 y el 2008, relativos a crímenes de guerra en Iraq cometidos por soldados británicos y que involucran a altos mandos del ejército, así como a autoridades políticas del Reino Unido.

Cabría recordar que no es la primera vez que se presenta una petición sobre esta situación. Anteriormente, la Oficina del Fiscal (CPI) Moreno Ocampo en el 2006 había rechazado admitir a investigación, por falta de suficiente material probatorio los “escasos” crímenes de guerra que militares del Reino Unido habían cometido en territorio iraquí. La petición de ECCHR y CPI muestra que el número de vulneraciones es mayor a las que figuraban en la petición del 2006.

La documentación aportada pretende demostrar que los soldados británicos, con el consentimiento de los comandos militares e incluso de figuras políticas, cometieron tortura y varias ejecuciones extrajudiciales a los prisioneros de guerra iraquíes. Este escenario no es una novedad dado que, por ejemplo, el Tribunal Supremo del Reino Unido ha recibido el año pasado 150 casos en los que se alega la comisión de ejecuciones extrajudiciales y 700, en los que se alega torturas o tratos inhumanos y degradantes.



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