Con ausencias y tensiones arranca en Colombia Cumbre CELAC-UE
Con un llamado a revitalizar el diálogo birregional en medio de un clima político complejo, se inauguró este domingo en Colombia la IV Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE). El encuentro, que se celebra en el Centro de Convenciones Santamar de Santa Marta, busca fortalecer la cooperación estratégica entre ambos bloques y trazar una hoja de ruta común para los próximos dos años.
A pesar de la ausencia de algunos jefes de Estado clave y de las tensiones políticas que atraviesan la región, la cumbre se desarrolla con la participación de más de 60 delegaciones, lo que refleja el interés compartido en mantener abiertos los canales de diálogo y cooperación.
El eje central del encuentro gira en torno a la transición energética, digital y ambiental, con una agenda orientada a enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la brecha tecnológica y la transformación productiva sostenible.
Objetivos clave de la cumbre
- Reafirmar el compromiso con el multilateralismo y la cooperación efectiva.
- Establecer una hoja de ruta birregional con proyectos concretos en energías renovables, digitalización inclusiva y protección de ecosistemas.
- Impulsar la descarbonización y la interconexión eléctrica regional, con apoyo técnico y financiero de la UE.
- Promover la transferencia tecnológica en salud y reducir la dependencia de importaciones farmacéuticas.
- Fomentar modelos agroecológicos y cadenas de valor sostenibles.
La canciller colombiana, Rosa Yolanda Villavicencio, anfitriona del evento en su calidad de presidenta pro témpore de la CELAC, reconoció que la cumbre se celebra en un contexto desafiante, pero destacó que precisamente por ello cobra mayor relevancia. «Es una oportunidad para hablar con franqueza, reafirmar principios democráticos y construir consensos en medio de la diversidad», afirmó.
Entre los líderes presentes figuran el presidente del Consejo Europeo, António Costa; el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Sin embargo, la ausencia de otros mandatarios de peso ha sido interpretada como un reflejo de las fracturas internas en la región y de las diferencias en torno a la relación con Europa.
Aun así, la cumbre representa una plataforma estratégica para Colombia, que busca proyectar su liderazgo internacional y posicionarse como puente entre América Latina, el Caribe y Europa.
