‘Entrepeneurs’ (2025), crítica | Perfecciona el humor de Pantomima Full. La serie de Disney Plus es una fantástica bufonada que no se cansa de señalar a vendehumos y charlatanes

«En su cabeza era espectacular», «Si no es el protagonista se aburre», «Impresiona con carencias»… Pantomima Full, desde su primer vídeo hace ocho años, ha irrumpido en el lenguaje de Internet gracias a una comedia observacional basada, sobre todo, en ir listando a cada uno de los especímenes que habitan en nuestro país. Sí, a ti también. Y a mí.
Seguro que has recibido más de un vídeo diciendo «Mira, eres tú» o has hecho lo propio con algún amigo canallita, con chaqueta acolchada, conformista o divorciado. Aunque sus vídeos funcionan como un tiro y son un retrato fantástico de la España millennial, la duda estaba flotando en el aire: ¿Conseguirían llevar con éxito su estilo a una serie con todas las de la ley, o se limitarían a repetir sus greatest hits? La respuesta está en ‘Entrepeneurs’.
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¡Que no! ¡Que no sé quién es Messi, te lo juro!
‘Entrepeneurs’ podría haber sido un pequeño gran desastre estirando el chicle del retrato patrio, pero, sin embargo, es un tremendo triunfo para Rober Bodegas y Alberto Casado, que desgranan, uno a uno, no solo los tópicos de los empresarios con dinero de papá y los coaches del todo a cien, sino también de toda una caterva de personajes que parecen salidos (y, por suerte, ampliados) de uno de sus vídeos: la manager de influencers, el divorciado que cree ser feliz pero vive en la bajona, el de contabilidad, las hippies que hacen cerámica, el abogado despiadado o el fotógrafo argentino moderno que lo utiliza como excusa para ligar. La España neo-cañí.
Lo que la comedia consigue, donde muchas otras se han olvidado de ello para buscar algo más profundo, es exacerbar el gag. No pretende dejarte solo con una sonrisita en la boca, sino sacarte una sonora carcajada gracias a unos diálogos muy bien tirados, unos personajes miserables y un mundo en el que es fácil entrar desde el primer episodio: un co-working en el que la máxima es «ser tu propio jefe» y «salir de tu zona de confort». Obviamente, pronto acaba tornándose en la parodia descarnada de un mundo en el que todo parece humo, el éxito es intangible y cualquier excusa es buena para montarse una rave en la oficina y no trabajar.
Si esperabas una evolución del estilo Pantomima, ‘Entrepeneurs’ no es tu serie: es más bien una continuación y una sublimación de aquello que les ha dado fama. De hecho, incluso los primeros minutos parecen un vídeo sacado de YouTube con los letreros habituales y los subtítulos amarillos, porque no engaña: es café para cafeteros con un humor moderno (acaso para modernos) que late con las mandangas del nuevo milenio. El coach que obliga a poner con neones frases como «¿Sabes quién no tenía mesa? La persona que inventó la mesa», el niño rico más preocupado por tener toboganes que por trabajar, los artistas conceptuales que acaban haciendo fotos a botes de garbanzos. Un auténtico bombazo disfrazado de serie inofensiva que realmente es una macabra fotocopia de la realidad.
La anécdota que emocionó a nadie
En ningún momento ‘Entrepeneurs’ oculta su identidad de bufonada, una manera perfecta de reírse de los que día tras día tratan de vendernos, como mantras, frases al estilo de «me hice a mí mismo», «la resiliencia es lo que me mueve», «soy mi propio jefe» o «la mejor idea fue salir de la zona de confort». Pantomima Full y los suyos muestran la verdad del vendehumos moderno y le pasean por la plaza del pueblo para que todos veamos que, por muchos Rolex y Luisvis que lleve encima, siempre irá desnudo.
Paradójicamente, para hacer esta serie, los Pantomima Full han tenido que salir de su propia zona de confort de los vídeos cortos. No es la primera vez que lo intentan, claro: ya lo hicieron en varios shows de teatro (con un humor tan incisivo como continuísta) o en los sketches de ‘La Resistencia’ y ‘La Revuelta’ (que, siendo honestos, nunca terminaron de funcionar). Este ha sido un salto al vacío controlado, una versión narrativa de sus vídeos más larga y en cierta manera de autor, pero sin riesgo: en Disney+ pedían una serie basada en los sketches cortos, y eso es exactamente lo que han tenido.
Como fan del dúo no seré yo el que se queje, claro, pero si no entras en la órbita de su estilo cómico o no entiendes el significado de las palabras «coach» o «coworking», la serie te va a expulsar en sus primeros minutos, porque no duda en ir con todo desde el principio e importarle muy poco apelar a todos los segmentos demográficos. ‘Entrepeneurs’ es un despelleje continuo con una progresión dramática prácticamente nula. Eso sí, con la excepción de Julia, una Aura Garrido que es el único elemento que en ocasiones frena (de manera necesaria para no hartar al espectador) el torbellino de locura y malas ideas de No Comfort Zone.
El gag continuo, el absurdo de los neo-charlatanes del siglo XXI, la evolución natural de aquel «¿Se han dado cuenta de que…?» en el primer ‘Club de la comedia’, la observación cínica y despiadada y bajar del guindo a todos los que se creen mejores que el currito medio son los ingredientes básicos de ‘Entrepeneurs’, que, con total honestidad, es una gozada que se ve sola y entra como refresco en día soleado… O, más bien, como charla motivacional entre CEOs que no tienen dónde caerse muertos.
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