Sindicato español rechaza intervencionismo de EEUU en América Latina y el Caribe

La Confederación Sindical de Comisiones Obreras de España se pronunció este miércoles en rechazo al intervencionismo de Estados Unidos en América Latina y el Caribe, afirmando que las acciones del Gobierno de Donald Trump vulneran el derecho internacional.
«El sindicato defiende un orden internacional basado en normas y la soberanía de los pueblos. Las operaciones encubiertas de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) autorizadas por el Gobierno Trump en territorio de Venezuela y aguas del Caribe, así como la acusación infundada al legítimo Presidente de Colombia de ser un ‘líder del narcotráfico’, vulneran el derecho internacional y perpetúan la política de intervencionismo imperialista en América Latina y el Caribe», refiere en una nota publicada en su portal web.
Además, expresó su más enérgico y rotundo rechazo a las acciones unilaterales e intervencionistas del Gobierno estadounidense que amenazan con desestabilizar la paz y la soberanía en la región.
Reafirmaron su posición a favor de un orden internacional basado en el cumplimiento de las normas del derecho internacional público, consagradas en la Carta de Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de Paz.
«Este marco normativo no es un mero formalismo diplomático, sino el pilar indispensable para garantizar la autodeterminación de los pueblos, el respeto a la integridad territorial y la resolución pacífica de controversias mediante el diálogo multilateral, la cooperación regional y el multilateralismo efectivo», enfatizó.
Recordó que la historia de América Latina y el Caribe está «plagada de intervenciones encubiertas y abiertas por parte de potencias externas», acciones que no solo violan el principio de no injerencia en asuntos internos, «sino que perpetúan ciclos de violencia, represión y subdesarrollo».
Recalcaron que estas operaciones, ejecutadas bajo excusas diversas, han dejado como resultado «miles de víctimas civiles, dictaduras militares, persecución sistemática de dirigentes sindicales y movimientos sociales, y un empobrecimiento estructural que ha diezmado la clase trabajadora».
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EEUU busca socavar soberanía de Venezuela
La Confederación Sindical aseveró que la escalada intervencionista de Washington en la región debe entenderse como una «maniobra estratégica para reafirmar la hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental» ante el avance de un orden multipolar encabezado por potencias como China y Rusia.
«En 2025, con el despliegue de más de 10.000 tropas, docenas de buques de guerra (incluyendo destructores guiados por misiles y submarinos), bombarderos B-52 y aviones de reconocimiento en el Caribe —operaciones que han culminado en siete ataques aéreos que han causado al menos 32 muertes civiles, incluyendo pescadores colombianos y trinitarios—, Washington busca socavar la soberanía del pueblo venezolano«, advirtió.
Añadió que esta dinámica forma parte de una «guerra híbrida» más amplia que, con la definición de cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, permite operaciones encubiertas de la CIA sin supervisión del Congreso, «evocando precedentes fallidos como la invasión de Panamá (1989) o el fiasco de Juan Guaidó (2019)».
El sindicato alertó que el contexto cambió y que la doctrina Monroe, revitalizada bajo el mantra «America First» (América primero), choca con la consolidación de bloques regionales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP). Consideró que la política de Trump es un «intento desesperado» de contener la multipolaridad perpetuando ciclos de violencia que perjudican a la clase trabajadora global.
Escalada de hostilidades impulsadas por EEUU
El sindicato también destacó que, en las últimas semanas, la región ha sido testigo de una «escalada alarmante de hostilidades impulsadas por la administración Trump, que ha autorizado operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano y aguas del Caribe, junto con un despliegue militar masivo que incluye portaaviones nucleares, vuelos de bombarderos B-52 y ataques directos contra embarcaciones presuntamente ligadas al narcotráfico».
Enfatizó que estos actos de Washington carecen de transparencia, evidencia verificable y mandato internacional, evocando los peores precedentes de la doctrina Monroe actualizada: una «hegemonía hemisférica» que trata a América Latina y el Caribe como un «patio trasero para la proyección de poder estadounidense».
En el caso de Venezuela, aseguró que estas acciones vulneran la soberanía del país y buscan agravar el impacto de las medidas coercitivas unilaterales e ilegales impuestas por EEUU. Agregó que los ataques realizados por Washington en el Caribe contra embarcaciones no combaten el narcotráfico de manera estructural, sino que sirven de pretexto para presionar un cambio de Gobierno.
Con respecto a Colombia, dijo que la situación es igualmente grave y reveladora de la deriva autoritaria de la política exterior de EEUU. «El presidente Gustavo Petro (…) ha sido vilipendiado públicamente por Trump como un ‘líder del narcotráfico’ con ‘baja calificación e impopular’, acusación infundada que ignora los esfuerzos del Gobierno colombiano por erradicar cultivos ilícitos mediante sustitución voluntaria y desarrollo rural alternativo, alineados con la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007)», acotó.
El sindicato calificó la política de Trump hacia América Latina y el Caribe este año como la culminación de una «doctrina intervencionista que prioriza los intereses de las multinacionales», especialmente el control de recursos energéticos como el petróleo venezolano, sobre el bienestar de los pueblos.
«Bajo el mantra de la ‘guerra al narco-terrorismo’, Trump ha reactivado mecanismos de la era de la Guerra Fría, como las operaciones de la CIA y el despliegue del Comando Sur, que históricamente han facilitado golpes de Estado y masacres», rememoró y reiteró que estas acciones, asesoradas por figuras como el secretario de Estado, Marco Rubio, lo que logran es exacerbar problemas estructurales.
Denunció que el presidente estadounidense trata a los pueblos latinoamericanos como peones en su agenda, violando el principio de igualdad soberana y perpetuando una asimetría de poder, siendo incompatible con la dignidad humana y la solidaridad internacionalista.
Resistencia regional
La Confederación Sindical aseguró que la supuesta «guerra a las drogas» por parte de EEUU es un pretexto para amenazas militares, como ocurrió en intervenciones pasadas, pero que hoy día arriesgan un «fracaso total» ante la resistencia de la región.
Expresó su solidaridad con las centrales sindicales de Venezuela y Colombia, así como la Confederación Sindical de las Américas (CSA), uniéndose a organizaciones del continente en la defensa de un hemisferio de paz, democracia, libertad y autonomía, con relaciones internacionales caracterizadas por el respeto mutuo y no por la fuerza oculta o declarada.
Asimismo, resaltó que la solidaridad de los pueblos es el único camino viable hacia la justicia social global. También llamaron a la comunidad europea e internacional a presionar por el cese de estas agresiones, exigiendo que tanto la Unión Europea (UE) como Naciones Unidas actúen como garantes del derecho internacional.