Dwayne Johnson sorprende en “La Máquina” y apunta al Oscar con su papel más humano

Hollywood vuelve a voltear la mirada hacia uno de sus actores más taquilleros, Dwayne “La Roca” Johnson, quien abandona su zona de confort para adentrarse en un personaje cargado de vulnerabilidad y profundidad emocional.
En “La Máquina”, dirigida por Benny Safdie, Johnson encarna a Mark Kerr, un campeón de artes marciales mixtas que enfrenta su propio infierno: una adicción a los opioides y una relación amorosa marcada por la intensidad y el dolor.
Emily Blunt comparte pantalla y carga, junto al protagonista, con igual fuerza dramática. Su interpretación de Dawn Staples se convierte en un contrapunto emocional que equilibra la cinta y, según la crítica, la posiciona como una fuerte contendiente en la temporada de premios. “Safdie logra lo que parecía imposible: transformar a ‘La Roca’ en un actor de carácter”, comentó Variety tras la ovación de quince minutos en el Festival de Venecia.
Nada en “La Máquina” responde al cliché del cine deportivo. Maceo Bishop, en la dirección de fotografía, aporta un tono visual nostálgico con textura de VHS, que transporta al espectador al final de los años noventa. El guion, también de Safdie, se adentra en la masculinidad emocional, en la lealtad entre amigos y en la caída silenciosa de los ídolos. Johnson se sometió a una drástica transformación física —perdió 27 kilos y usó 14 prótesis creadas por Kazu Hiro— para mimetizarse completamente con Kerr.
Con un 78% de reseñas positivas en Rotten Tomatoes y un puntaje sólido en IMDb, “La Máquina” se perfila como el proyecto más desafiante en la carrera de Johnson. Tras haber sido Hobbs en “Rápidos y Furiosos” y Spencer en “Jumanji”, el actor demuestra que su fuerza no está solo en los músculos, sino también en su capacidad para conmover.
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