Trump planea imponer la cifra más baja para la admisión de refugiados

El gobierno de Estados Unidos (EEUU) profundiza la represión migratoria donde planea imponer la cifra más baja en la historia para la admisión de refugiados.
Con esta acción, la administración de Donald Trump considera reducir el límite máximo de 125.000 a tan solo 7.500 personas anualmente, refiere información de Telesur.
Este movimiento, que se alinea con la agenda de política dura contra la migración del Gobierno, fue detallado en una orden ejecutiva citada por medios, marcando una diferencia abismal respecto al cupo establecido por el exmandatario Joe Biden.
El drástico recorte representa una caída de más del 94% en el programa de reasentamiento, reflejando el compromiso de Trump de detener la inmigración e implementar deportaciones masivas, una promesa hecha desde el mismo día de su investidura. Esta medida se suma a una serie de políticas que buscan blindar la frontera y reducir drásticamente los flujos migratorios hacia el territorio estadounidense.
Un aspecto particularmente polémico del nuevo plan es la intención de reservar una parte significativa de los cupos de admisión a grupos específicos, entre ellos los sudafricanos blancos y otros que el Gobierno de Trump considera que enfrentan una «discriminación injusta». Los medios estadounidenses precisan que el nuevo plan busca priorizar específicamente a los sudafricanos blancos para recibir una porción sustancial de las «limitadas plazas disponibles».
Esta reorientación del programa de refugiados confirma la aplicación de una política migratoria de corte represivo y selectivo, que ya fue marcada por la declaración de emergencia nacional en la frontera sur. El Gobierno de Trump, en lugar de mantener un cupo amplio para refugiados que huyen de conflictos y persecuciones globales, prioriza criterios que responden a su base electoral y a una visión restrictiva del asilo
Un funcionario de la Casa Blanca, que solicitó el anonimato a los medios que lo contactaron, indicó que estas medidas no serán implementadas hasta que se completen las consultas con el Congreso. Sin embargo, el anuncio se produce en un contexto de cierre gubernamental que mantiene paralizada la actividad legislativa, aunque la orden ejecutiva del 30 de septiembre ya traza la hoja de ruta de la Administración.
En retrospectiva, esta cifra de 7.500 refugiados es significativamente inferior a la que se había barajado en círculos internos, donde medios occidentales habían reportado que Trump consideraba establecer el límite de admisión en 40.000 personas. La decisión tomada se decanta por el mínimo histórico, consolidando la línea de la administración Trump contra los migrantes y los solicitantes de asilo.