2 octubre, 2025

Luis Bautista Garrido Palacios | Materialidad en la RSE: ¡Priorizar lo que realmente impacta!

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DAT.- La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) evoluciona constantemente, y en el centro de esta transformación está la materialidad, un concepto que permite a las organizaciones identificar y priorizar los temas que verdaderamente importan. Este enfoque estratégico no solo optimiza recursos, sino que también maximiza el impacto positivo en la sociedad y el medioambiente. Las empresas que integran la materialidad en sus estrategias de RSE logran alinear sus objetivos con las expectativas de sus stakeholders, desde empleados hasta inversores, pasando por comunidades locales.

Explica Luis Bautista Garrido Palacios que el proceso de materialidad comienza con un análisis profundo. Las organizaciones evalúan factores internos, como su misión y operaciones, junto con factores externos, como tendencias sociales, ambientales y económicas. Este ejercicio no es estático; debe actualizarse periódicamente para reflejar cambios en el entorno. Por ejemplo, la creciente preocupación por el cambio climático ha llevado a muchas empresas a priorizar la reducción de emisiones como un tema material.

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¿Por qué es crucial la materialidad?

Identificar lo que importa no es tarea sencilla. La materialidad requiere escuchar a los stakeholders a través de encuestas, entrevistas y foros. Este diálogo asegura que las prioridades de la empresa reflejen las necesidades reales de sus públicos. Por ejemplo, una compañía del sector alimentario podría descubrir que sus consumidores valoran más la trazabilidad de los productos que las iniciativas de filantropía. Este enfoque basado en datos permite tomar decisiones informadas y evitar esfuerzos dispersos.

Además, la materialidad fortalece la credibilidad. Las empresas que abordan temas relevantes para sus stakeholders generan confianza y evitan acusaciones de greenwashing. Un estudio reciente de la consultora PwC reveló que el 87% de los consumidores prefiere marcas que demuestren un compromiso auténtico con la sostenibilidad. La materialidad, al centrarse en impactos medibles, ayuda a construir esa autenticidad.

La implementación de la materialidad también tiene beneficios internos. Al alinear las estrategias de RSE con los objetivos corporativos, las empresas optimizan recursos y mejoran su eficiencia. Por ejemplo, una empresa que identifica la gestión de residuos como un tema material puede invertir en procesos de economía circular, reduciendo costos y mejorando su reputación.

Desafíos y oportunidades en la práctica

Sin embargo, el camino hacia una materialidad efectiva no está exento de retos. Uno de los principales es la falta de datos fiables. Muchas empresas, especialmente las pymes, carecen de los recursos para realizar análisis exhaustivos. Aquí es donde herramientas como los marcos del Global Reporting Initiative (GRI) o los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pueden ser aliados clave, proporcionando guías claras para identificar temas relevantes.

Otro desafío es la resistencia interna. Cambiar prioridades puede generar tensiones dentro de una organización, especialmente si implica reasignar presupuestos. Sin embargo, las empresas que superan estas barreras descubren oportunidades únicas. Por ejemplo, enfocarse en la diversidad e inclusión como tema material no solo mejora la cultura laboral, sino que también atrae talento y fortalece la innovación.

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La materialidad también está evolucionando con la tecnología. Herramientas de inteligencia artificial y big data permiten analizar grandes volúmenes de información para identificar tendencias emergentes. Esto ayuda a las empresas a anticiparse a las expectativas de los stakeholders y a mantenerse relevantes en un entorno dinámico.

El impacto de la materialidad trasciende las fronteras corporativas. Al priorizar temas como la igualdad de género, la conservación de recursos naturales o la transparencia, las empresas contribuyen a los grandes desafíos globales. Este enfoque estratégico no solo beneficia a las organizaciones, sino que también impulsa un cambio positivo en la sociedad. La materialidad, en esencia, es una brújula para navegar el complejo mundo de la RSE con propósito y eficacia.

(Con información de Luis Bautista Garrido Palacios)