17 septiembre, 2025

Hace 40 años Robert Redford conquistó a una generación de espectadoras como el eterno galán de ‘Memorias de África’. Nos regaló una historia de amor imposible de olvidar

Hace 40 años Robert Redford conquistó a una generación de espectadoras como el eterno galán de ‘Memorias de África’. Nos regaló una historia de amor imposible de olvidar


Hay varias escenas capaces de condensar en pantalla la magia del cine. Una de ellas es la que protagonizan Robert Redford y Meryl Streep en aquel momento en ‘Memorias de África‘ en el que él lava el cabello de ella bajo el sol o aquel viaje en avioneta donde se dan la mano. A día de hoy, esas imágenes siguen siendo igual de tiernas e icónicas, pero también un recuerdo de lo que fue Robert Redford: un actor irrepetible que supo hacer de la elegancia un arte y que nos regaló una historia de amor imposible e inolvidable junto a otra de las actrices más grandes de todos los tiempos.

Sosteniendo un clásico

Estrenada en 1985 y dirigida por Sidney Pollack, ‘Memorias de África’ es mucho más que la adaptación de las memorias de la escritora danesa Karen Blixen. Es una experiencia sensorial que nos traslada a las llanuras infinitas del continente africano. Allí, entre impresionantes paisajes y la emotiva banda sonora de John Barry, se desarrolla una de las historias de amor más icónicas del cine. Robert Redford, en la piel del aventurero Denys Finch Hatton, y Meryl Streep, como la delicada y resiliente Karen, dieron vida a un romance imposible que formará parte de la memoria del público para siempre.

De hecho, la grandeza de la película no solo reside en su espléndida fotografía o en la melodía que se escucha de fondo, sino en la química que surge entre sus protagonistas -que son los que, sin duda, sostienen el peso de este clásico-. Streep construyó un personaje lleno de matices, de una fuerza y una vulnerabilidad arrolladoras, mientras que Redford desplegó un magnetismo sereno que lo consagró como el galán absoluto de su tiempo. Esa mezcla de ternura y un lado más asilvestrado convirtió a Denys en un hombre inalcanzable y, al mismo tiempo, intensamente humano, enamorando no solo a Karen Blixen, sino a toda una generación de espectadoras que vieron en él el ideal del amor romántico.

Quizá ningún gesto resume mejor esa intensidad que la célebre escena en la que Denys lava el cabello de Karen. Sin artificios, sin grandes declaraciones, solo con una caricia pausada y la mirada fija en ella, Redford transformó un acto cotidiano en un símbolo de intimidad y ternura que sigue grabado en nuestra memoria. Fue ahí donde se reveló que su talento estaba también en los pequeños detalles, con los que era capaz de expresar casi tanto o más que con cualquier monólogo.

Escena de la película
Escena de la película

Ahora que ha fallecido el actor, sabemos que nadie volverá a llenar la pantalla como lo hacía él. Porque Redford no solo interpretaba sus papeles, también le aportaba algo de verdad a cada uno, haciendo de un cazador colonial un hombre lleno de contradicciones, libre y cercano, frágil y muy fuerte al mismo tiempo.

Volver a ‘Memorias de África’ ahora es mucho más que un ejercicio de nostalgia: es mantener vivo ese legado. Es reencontrarse con Redford y Streep y recibir el regalo que nos hicieron con esta historia de amor y pérdida que va mucho más allá de la época en la que se rodó -y que incluso compensa cualquier trasfondo revisable que podría tener y tiene la película-. Al final, recuperar esta película es resucitar de alguna forma la elegancia y la ternura que hay en su metraje. Porque eso va más allá de lo terrenal y no nos lo quitarán nunca.

En Espinof | La película que rompió el corazón a Robert Redford: «Me sacrifiqué mucho y el estudio la descartó sin pensarlo dos veces»

En Espinof | Antes de arrasar en el cine, Robert Redford participó en dos de las antologías de terror y ciencia ficción más célebres de la televisión



Source link