Normalmente no asociaríamos destruir cosas con una trituradora con algo reconfortante. Millones de espectadores en Youtube opinan lo contrario

En los orígenes de Youtube, antes de la imposición de complejos algoritmos y la llegada de los influencers, todo era mucho más simple. El epítome del humor podía ser un gato tocando el piano o una cover de coña de unos chavales mal grabada. Cortos animados con figurillas de palo tenían miles de visitas.
Aunque la plataforma ha cambiado mucho, sorprende que algo de ese espíritu se mantenga. Pocos ejemplos son tan claros de ello como Gojzer. Desde su estreno en la plataforma en 2016, se convirtió en el canal de referencia en una sola cosa: ver una trituradora tragarse todo lo que le echen.


No se libra nadie. De los populares muñecos labubu a figuritas de los Simpson o sencillamente unas botas de goma, parte del encanto aquí es la inherente comedia negra de ver cualquier cosa, sin importar su forma o tamaño, triturada por igual. Cada uno de los vídeos tiene decenas o cientos de miles de visitas, con los comentarios siendo en su gran mayoría frases escuetas y al grano como «¡Gran vídeo!» Otros tienen pequeñas crisis de identidad, preguntándose por qué les gusta este contenido.
Claramente tiene algo de relajante que funciona. Sus vídeos se presentan sin ceremonia, sin nadie hablando ni ningún truco efectista. Basta con un plano fijo y el sonido ambiental de la trituradora. El creador ha aprovechado este filón titulando algunos de ellos directamente como ASMR, y le ha funcionado. Es el caso de su segundo vídeo más visto del canal, que tiene 100 millones de visitas y es una compilación de varias cosas caseras como maquinillas de afeitar, pelotas de tenis o botellas de refresco.
Nadie sabe exactamente por qué, pero claramente nadie puede dejar de verlo. Actualmente tienen cuatro millones y medio de suscriptores, y por supuesto que han utilizado la famosa placa del millón de seguidores que regala Youtube como material para el canal.