Cámaras que se derriten, decorados gigantescos y una vuelta al libro. Así levantó Denis Villeneuve la epopeya de ‘Dune’

Con Denis Villeneuve al mando y un reparto de lujo encabezado por Timothée Chalamet, Zendaya, Oscar Isaac o Rebecca Ferguson, ‘Dune‘ nació en 2021 como uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años. Adaptar la icónica novela de Frank Herbert no era tarea sencilla: su complejidad y escala habían convertido a la obra en un desafío que ya había derrotado a otros cineastas. Sin embargo, Villeneuve logró lo que parecía imposible: una película aclamada, visualmente impactante y capaz de conquistar tanto al público general como a una nueva generación de fans.
La adaptación definitiva
En su colección de vídeos ‘No es como las demás‘, Fatty Martin recuerda que, aunque el punto de partida era inmejorable, “ni la presencia de Villeneuve ni un cast de lujo eran garantía de éxito”. La sombra de adaptaciones fallidas como la de David Lynch en 1984 pesaba demasiado, y por eso Villeneuve se empeñó en volver al libro original: “Lo que yo quiero hacer es llevar a la pantalla las imágenes que vi, lo que sentí al leerlo. Básicamente vuelvo al libro”, aseguraba en una entrevista.
Uno de los momentos clave llegó con la elección del protagonista. Martin subraya cómo Villeneuve supo que Timothée Chalamet era el Paul Atreides perfecto durante la escena del Gom Jabbar: “Timothée no me vio, pero yo estaba bailando detrás de la cámara. Pensé: ‘Dios mío, es increíble. No lo he estropeado’”, confesó el cineasta. Esa certeza generó la confianza suficiente en el rodaje, que se desarrolló en condiciones extremas, con temperaturas cercanas a los 50 grados en Jordania y Emiratos Árabes. Rebecca Ferguson recordó que “solo podíamos rodar de 5:30 a 7:00 porque las cámaras podían literalmente derretirse”.
Villeneuve apostó por el realismo y ahí está la clave del éxito. Escenarios naturales, decorados gigantescos construidos en Budapest, el uso mínimo de CGI… Incluso las naves se diseñaron con mecanismos reales. Fue esa búsqueda de autenticidad también se trasladó al vestuario, con más de mil trajes inspirados en culturas tan diversas como la aristocracia rusa y a la música, con Hans Zimmer creando nuevos instrumentos tras pasar una semana en el desierto.


Por otro lado, la dureza del rodaje unió mucho al elenco, hasta el punto de que, según Fatty, “los egos desaparecieron en medio del desierto”. Josh Brolin llegó incluso a escribir poemas inspirados por la experiencia y hasta hubo improvisaciones que se quedaron en la película, como la sombrilla que Stephen McKinley Henderson llevaba para protegerse del sol y que acabó pasando el corte.
El resultado fue una obra visualmente impactante y repleta de detalles artesanales que no solo conquistó al público, sino que además obtuvo seis premios técnicos en los Oscar. Al final, según se resume en el vídeo “’Dune’ no es un reboot ni un remake, es volver a la novela y llevar a la pantalla lo que Denis Villeneuve sintió al leerla por primera vez”. Y su éxito ha allanado el camino para que la saga siga creciendo en el cine, con la adaptación de ‘Dune: Messiah‘ ya en marcha.