12 septiembre, 2025
¿Le creerán a Elon Musk?

Nos asomamos al mundo en el ciberespacio y el horror es mayúsculo. Se muda la Asamblea General de las Naciones Unidas a Ginebra, porque a los gringos no les da la gana de que los palestinos tengan presencia en la celebración de su 80 aniversario. Mientras navegan nuestros cruzados de solidaridad mundial hacia Gaza en lanchas ataviadas de humanidad, para darle “de comer al hambriento y de beber al sediento”. Así dicho tan poéticamente, me recuerda a Fernando Pessoa, reflexionando sobre los poetas y sus mentiras hasta cuando se miran en el espejo del ego. Se sueñan a sí mismos.

Y al soñarse cualquier acto de heroicidad, sucumbe en el abismo de Sísifo. Lo que está ocurriendo es que nuestros navegantes de la flotilla hacia Gaza van sometidos a una amenaza de ser eliminados por terroristas. ¿Cómo podemos soportar tal ablución? Solo por el hecho de romper ese feroz muro que somete a la inanición más extrema a seres humanos, tan humanos como sus exterminadores.

Los mismos que en los campos de concentración nazis, sus pares, fueron liberados y hacen testimonio en La lista de Schindler; en la película de Spielberg aparecen en la última escena en colores; son los sionistas salvados del horror de la muerte, para invadir y exterminar a un pueblo de su misma raíz semita,en nombre del sacrificio de los que yacen en el campo santo universal, narrada por otro cineasta, Alain Resnais. Las mismas escenas que en el juicio de Nuremberg presentaron los soviéticos liberadores de Auschwitz.

Montañas de cosas y adminículos de los cremados en sus campos de concentración, que querían invisibilizar los sionistas, como ahora quieren hacerlo a plena vista en sus propios medios. Allí los resultados del genocidio llamado holocausto de los sionistas, variante del supremacismo blanco de los illuminatis, en el eterno Silicon Valley de Wall Street, convirtiendo al mundo en su american dream, la belleza del horror. El exterminio para lograr su sueño, la Tierra Prometida, que nos envuelve a todos, la Pachamama. Así o más intenso, sus tiburones pasean con aletas atómicas por nuestro mar Caribe y peligran si topan en el triángulo de las Bermudas; serán succionados… Despejando la misteriosa incógnita del hombre en libertad. Más intenso. Imposible.

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