Nariman Battikha es Miss Grand Venezuela 2025
Sin asombros, sin sorpresas; más bien todo lo contrario. Se confirmó lo que missólogos y expertos en concursos de belleza ya sabían: Nariman Battikha, portadora de la banda de Monagas, es la Miss Grand Venezuela 2025. Se coronó bajo un opulento evento que se celebró la noche de este sábado 30 de agosto en la ciudad de Valencia y que contó, además, con la cuestionada animación de Adrián Lara y Adriana Marval.
Jacqueline Aguilera, directora del certamen, ya había anunciado que no habría rondas de preguntas ni un grupo de semifinalistas. Por el contrario, sí había dicho que el grupo de 38 se reduciría a 24, número de candidatas que seguirían peleando por el título de 2026 el próximo 4 de diciembre, pero tampoco sucedió. Solo se anunció que la beldad de ascendencia árabe tendrá que preparar sus maletas para viajar en las próximas tres semanas a Tailandia, país en donde representará a Venezuela en la contienda internacional.
Y tal vez, por ese corto tiempo, el triunfo de Battikha ya se vaticinaba. Es la ganadora que ha salido de las filas del Miss Venezuela 2017 y de otros concursos de belleza. Además, se desenvuelve con un inglés fluido, una característica indispensable para la competencia del certamen grand slam. También se desempeña como conferencista y coach motivacional. La coronación de Battikha no fue un clímax inesperado, sino la confirmación de un desenlace que para los fanáticos de este tipo de certámenes no se atreven a debatir.
“Gracias Venezuela por todo el apoyo, los voy a representar con mucho orgullo, esperando que me pueda traer esa corona en el concurso internacional”, soltó justo después de que la reina anterior, Ana Blanco, le pusiera la tiara sobre su cabeza.
Sobre el show
¿Lo mejor? El carrusel de la moda. Las 38 candidatas se batuquearon con los diseños exclusivos del diseñador filipino Leo Almodal. Un momento de mucho, pero mucho brillo, que satisfizo por completo las expectativas de ese momento. No ocurrió lo mismo con el desfile en traje de baño.
Un Adrián Lara que empezó su carrera como modelo de comerciales y ahora se desempeña como animador, no fue lo más acertado de la noche. Sin embargo, con Adriana Marval la dinámica sí fue diferente. Ella se mantuvo profesional, manejando la situación con solvencia y carisma. A pesar de los tropiezos de su compañero, logró mantener el ritmo de la gala y demostrar por qué es una figura consolidada en el mundo de la animación.
En lo que no la pegó Adriana fue en su outfit y estilismo. Su look se caracterizó por ser muy señorial, mientras que la elección de los vestidos dejó mucho que desear.
