Ballenas varadas en Japón: un desconcierto marino en medio de alertas de tsunami

En una playa de Heisaura, en la ciudad de Tateyama, un pueblo ubicado en la costa, prefectura de Chiba en Japón, cuatro ballenas, aún vivas, habían quedado atrapadas en la arena. ¿Y qué tendría de malo, solo un varamiento más?
Esto ocurrió el 30 de julio al amanecer y unas horas después, se emite una alerta de tsunami, como consecuencia del terremoto de magnitud 8,8 grados en la escala de ritchler, ocurrido en en la península de Kamchatka, al este de Rusia.
Fue un surfista quien las vio primero. Había salido temprano, como de costumbre a disfrutar del mar y las olas, pero en lugar del oleaje, fue sorprendido por el aleteo de unas aletas en la playa. Eran cuatro ballenas, inmensas, inquietas, brillantes y respirando con dificultad. Grabó un video y no tardó en contactar a las autoridades.
En Japón ha ocurrido en algunas ocasiones situaciones similares con estos cetáceos. Lo que sí es poco común y por eso muy alarmante, es encontrar a varias, juntas, vivas y varadas sin una causa evidente. El testigo, visiblemente afectado, comentó al medio local NHK: “Me ha tocado ver ballenas encalladas antes, pero nunca tantas al mismo tiempo. Algo se sintió distinto esta vez”.
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¿Coincidencia o síntoma de algo más profundo?
Se abre el debate científico, al no tener claro, la forma en que se vincule de forma directa los movimientos sísmicos con los varamientos de ballenas, la cercanía temporal entre este varamiento y el fuerte sismo, abrió la conversación.
Investigadores sostienen que las alteraciones en el campo magnético terrestre, que se dan en momentos de fuerte actividad sísmica, podría desorientar a estas ballenas, considerando que tienen un sistema de navegación que depende de señales magnéticas.
Podría existir otro factor: el fenómeno que ocurre cuando el mar retrocede. Cuando el agua se retira tan rápido, que las ballenas que se encuentran cerca de la costa pueden quedar atrapadas. Como dato curioso, la situación de estas ballenas se presenta antes de que se activara la alerta de tsunami.
Afortunadamente, las olas que finalmente alcanzaron Japón no superaron los 60 centímetros y no se registraron daños materiales graves. Aun así, el episodio obligó a evacuar, por precaución, a más de dos millones de personas en diversas zonas costeras.
¿Qué sabemos realmente de estos gigantes?
Las ballenas, son esos mamíferos que por su tamaño y comportamiento, han inspirado miles de historias, pero más allá de eso, ¿qué sabemos? Forman parte del grupo de los cetáceos. Hay dos tipos principales: las ballenas con barbas (como la azul o la jorobada), que filtrando pequeños organismos del agua, logran obtener su alimento, y las ballenas dentadas (como las orcas y los cachalotes), cazadoras de presas de mayor tamaño.
Una de las cualidades más fascinantes de estos animales es su manera de comunicarse. Algunas emiten sonidos prolongados y complejos, como un canto, como en el caso de las ballenas jorobadas. Otras utilizan pulsos, chasquidos o sonidos rítmicos para orientarse, cazar, o comunicarse con otros miembros del grupo, porque viajan en grupos. Se cree que estos sonidos cumplen varias funciones: atraer pareja, advertir o alertar sobre algún peligro, entre algunas..
¿Por qué encallan las ballenas?
No podría decirse que solo existe una razón, a veces alguna infección interna que les debilita el sentido de orientación. Otras veces, un cambio fuerte en las corrientes marinas puede alterar su rumbo.
Ha habido registro de casos, en los que el uso de sonares militares ha desorientado gravemente a grupos enteros de cetáceos.
Pero como viajan en grupos, como miembros de un grupo: una sola ballena desorientada puede arrastrar a todo el grupo hacia la orilla. Permanecer juntos, les brinda protección en el entorno hostil del mar y para protegerse, procuran permanecer juntas como un grupo y puede convertirse en una tragedia al acercarse demasiado a tierra firme, solo porque una de ellas, se ha desorientado.