18 septiembre, 2025

“Busco que la música y la voz se vuelvan cuerpo”

“Busco que la música y la voz se vuelvan cuerpo”

Con un lenguaje auténtico y emotivo, la pieza de danza contemporánea «Cánticos», dirigida y creada por Armando Díaz, nos mueve hacia la comunión en medio de las adversidades.

Tendrá dos presentaciones de entrada libre: este 2 y 3 de agosto a las 3 pm, en la Sala 2 del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Armando Reverón (Maccar). Y es una producción de la compañía Sieteochodanza con apoyo de la Compañía Nacional de Danza.

Díaz es bailarín, coreógrafo, director de Sieteochodanza y director de escena de la Schola Cantorum de Venezuela. Explicó que el proyecto se originó por una propuesta realizada entre ambas agrupaciones: “’Cánticos’ es el resultado del ‘Cantate Domino Canticum Novum’, que presentamos con la Schola durante esta Semana Santa. Me pareció tan poderoso lo que logramos hacer entre el coro y los bailarines que decidí hacer la obra”.

Confesó que hace cuatro años tuvo la pérdida de su mamá, “fue un hecho que marcó una nueva etapa. Toda mi atención, foco y centro era mi madre; ella fue mi guía. Ocurrieron muchos cambios interesantes y profundos que me han hecho transitar en una especie de peregrinaje”.

Díaz dijo que es necesario mostrar en la danza temas actuales de la sociedad venezolana y del mundo.

Este acontecimiento lo relaciona con la intención de «Cánticos»: “Es un cantar que nos enlaza con nuevas familias. Me di cuenta de que tengo grandes amigos que terminan siendo como mis hermanos; maestros que terminan siendo como mis padres; y espacios como la Schola que te cobijan y te abrazan”.

“Todos los movimientos que se van a ver hablan mucho de nuestro inconsciente, del imaginario colectivo que todos manejamos, de los arquetipos que nos abrazan y de la geografía que se generó. Veremos un lenguaje auténtico”, aseguró.

El repertorio cuenta con piezas de Giovanni Pierluigi da Palestrina, Antonio Lotti, Arvo Pärt y Alfred Schnittke.

Expresó que la música coral y la danza “generan comunidad, comparten el mismo lenguaje y sensibilidad. Esta área artística casi no se ha investigado; hay una cantidad de obras hechas para coro y orquesta que son interesantes para rescatarlas en escena. En la Schola busco que la música y la voz se vuelvan cuerpo, usando la mayor cantidad de mecanismos para comunicar”.

“Son cantos de alabanza, es un rito para reconectarnos a pesar de las diferencias, para conseguirnos a través del otro”, añadió.

Aseguró que: “’Cánticos’ no escapa de la realidad y puede vincularse con temas como el exilio, la xenofobia, la transfobia, que ocurren en todo el mundo. Estos temas hay que hablarlos y visibilizarlos, y cada quien decide cómo expresarlos; yo lo hago desde un lado amoroso”.

En el principio era el coro

Díaz nació el 2 de abril de 1979, en la parroquia La Candelaria, Caracas. Destaca de su infancia que siempre habían juegos didácticos que terminaban siendo un entrenamiento físico, porque su madre, Carmen Morgado, fue entrenadora, “la actividad deportiva estuvo implícita en mi infancia”.

Vivió rodeado de una familia que se dedicaba a la educación física y que también tenía pasión por las artes, afirmando que “siempre se hacían actividades en equipo. Viajamos juntos como una gran manada. Había toda una dinámica educativa”.

Detalló que en el colegio participaba en los actos culturales, hasta que en la adolescencia “entré al Coro Adagio y ahí empezó todo”. Se formó en el Instituto Universitario de Teatro, Instituto Universitario de Danza de Caracas, Taller de Expresión Lírica Fedora Alemán y en otras instituciones.

“La música es un lenguaje poderoso que se puede aprovechar de muchas maneras, y es un elemento muy importante en mi trabajo coreográfico, específicamente en Sieteochodanza”, explicó.

Sobre el lenguaje artístico que busca proyectar, dice: “Me encantaría que el hecho escénico fuese un híbrido poderoso, con la unión de varias disciplinas artísticas. En Venezuela es necesario tener una nueva estética que nos hable de lo que vivimos”.

Elenco

«Cánticos» es un peregrinaje simbólico sobre la resiliencia, y será interpretado por las bailarinas y los bailarines: Ilan Corro, Sebastián Luy, Elimar Montes, Enyerlin Peña y José Vinaja.

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