Estudios recientes revelan que la natación estimula la actividad cerebral
La natación se consolida como una actividad que no solo fortalece el cuerpo, sino que también mejora el funcionamiento del cerebro. Investigaciones recientes, citadas por fuentes como The Conversation, destacan que esta disciplina estimula la liberación de endorfinas, favorece la plasticidad cerebral y reduce los niveles de estrés.
Durante la práctica, el cuerpo produce sustancias que mejoran la cognición y la memoria. Estos beneficios también están relacionados con la formación de nuevas neuronas en el hipocampo, lo que contribuye al aprendizaje y al bienestar emocional.
Impacto en niños, adultos y personas mayores
Diversos estudios indican que la natación activa ambos hemisferios cerebrales, aumentando la comunicación neuronal y las capacidades de aprendizaje.

En el caso de los niños, se observan mejoras en la memoria y el desarrollo neurológico. En adultos y personas mayores, la práctica ayuda a combatir el estrés oxidativo y refuerza la función cerebral.
Gran parte de estos efectos está asociada al factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), el cual fortalece la memoria y la cognición.
