En Gramoven le dan con todo a la producción de alimentos

En el oeste de Caracas, específicamente, en Gramoven, la comunidad organizada del lugar produce biofertilizantes, así como frutas y hortalizas en el Núcleo de Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda (Nudefo).
En este complejo localizado en la parroquia Sucre del municipio Libertador, en Caracas, funcionan la Asociación Agricatia y el Quilombo que, a través de la comuna Fabricio Ojeda Vive, disponen de lo que producen para abastecer a las comunidades, escuelas y pequeñas y medianas empresas.
Contenido
Quilombo
Son más de 750 litros semanales de fertilizante líquido 100% ecológico que elaboran en los galpones de la asociación Quilombo, integrada por vecinos de la localidad, ingenieros y especialistas en la materia.
El técnico metalmecánico, Víctor Herrera, quien lidera la Unidad de Producción, contó a Últimas Noticias que actualmente, suministran con este rubro a pequeños y medianos productores “que son los que han sufrido históricamente, el embate de las transnacionales por el tema de los bioinsumos y también a familias que poseen huertos o conucos agrourbanos”, indicó.
Herrera aseguró que el área de comercialización y distribución, se maneja desde la comuna, con el fin de “consolidar el sistema económico comunal”, afirmó reiterando la importancia del encadenamiento para la construcción del Estado comunal para desmontar la estructura mercantilista.
El ingeniero agrónomo y doctor en Biología de Suelos, Jesús Pizarro, explicó que el proceso comenzó con una investigación que llevó 24 años, hasta que lograron estabilizar las fórmulas. Obtuvieron una vitamina que genera rápidamente la concentración de partículas que alimenta a las plantas por las raíces, lo que ayuda a su desarrollo.
Pizarro aseveró que los biofertilizantes que ellos elaboran son amigables con la salud y no perjudican el suelo y el ambiente. Esto se debe a que se elaboran con descomposición vegetal y algunos residuos de origen animal que son esterilizados bajo un sistema inocuo que pueden usarse en cualquier tipo de plantación, temperatura o nivel de suelo.
El ingeniero agrónomo detalló que el biofertilizante producido en el Quilombo está compuesto por cinco biohormonas que son la giberalina, la citoquina, el ácido acético, el ácido abscísico y la auxina, que permiten el desarrollo y la floración de las plantas; el biofungicida que controla sin matar, ácaros, nematodos, coleópteros, mariposas, arañas, hongos y bacterias; y vitaminas que ayudan al florecimiento y mantenimiento de la planta.
Pizarro contó que, actualmente, se están llevando a cabo ampliaciones en la planta de producción, para optimizar e incrementar la capacidad productiva de biofertilizantes en los galpones del Quilombo que se encuentran en el Nudefo.
Precisó que, con la instalación de tanques de almacenamiento y procesamiento gracias al apoyo del Estado venezolano, se prevé obtener de hasta 160.000 litros semanales de biofertilizantes.
Añadió que el espacio nuevo albergará cuatro tanques en los que se almacenarán el biofertilizante, biohormonas, vitaminas y biofungicidas que al final del proceso, se unirán para formar un fertilizante líquido llamado Más suelo, que luego será distribuido por la Comuna Fabricio Ojeda Vive a los pequeños y medianos productores, huertos familiares y escolares, Clap, así como al Estado venezolano.
Pizarro señaló que en Venezuela existe una gran demanda de este tipo de compuestos, “porque no tenemos suficientes fertilizantes sintéticos”, dijo.
La meta, según el especialista, es elaborar 150 millones de litros en los próximos tres años, lo que garantiza al país alimentos de calidad.
Cultivo comunal
Agricatia es otra asociación conformada por cuatro personas habitantes de la comunidad. Con el apoyo del Ministerio para las Comunas, han podido sacar adelante su patio productivo.
Olga Carrasco, productora de Agricatia, dijo que tienen más de 20 años en ese espacio que ha crecido y superado las dificultades. Ahora cuenta con cuatro viveros y tiene mayor capacidad de siembra.
Tomate, pimentón, berenjena, calabacín, pepino, legumbres, ají, lechosa, aguacate y otros rubros, se dan gracias al clima de la zona. “Estamos plantulando jamaica y plantas medicinales, además de cebollín, lechuga y acelga”, añadió.
En los viveros tienen su propio semillero y elaboran abono con desechos que recogen allí mismo, por lo que cuentan con un proceso orgánico en un 100%.
Carrasco explicó que los productos se venden a la comunidad en el mismo Nudefo a precios por debajo del mercado. Sus principales compradoras son las maestras, aunque también tienen clientes que compran en grandes cantidades.
Tanto en Quilombo como en Agricatia, aseguran que seguirán apostando por producir los propios alimentos en núcleo endógeno de Gramoven.