19 octubre, 2025

El gato que firmó un artículo científico y engañó a medio mundo

El gato que firmó un artículo científico y engañó a medio mundo

Hay historias que sobresalen por su rareza, y luego está la de Chester, un gato siamés que, sin tener idea sobre la ciencia, terminó siendo coautor de un artículo publicado en una de las revistas más reconocidas del mundo académico.

Era 1975 cuando Jack H. Hetherington, físico de la Universidad Estatal de Míchigan, preparaba un estudio sobre física de bajas temperaturas. El trabajo era impecable, con datos bien fundamentados y un enfoque riguroso.

De seguro acompañó a su humano en las largas noches, redactando el artículo científico

Sin embargo, había un detalle que complicaba su publicación: lo escribió usando el «nosotros«, como si fuera un proyecto colaborativo, cuando en realidad lo había redactado él solito. El problema era que la revista Physical Review Letters, conocida por su formalidad, exigía al menos dos autores si el texto usaba el plural.

Reescribirlo todo para corregirlo al singular sería contraproducente. Así que, demostrando su ingenio, Hetherington decidió inventar un coautor: F. D. C. Willard. ¿El detalle divertido? Ese «científico» no era otro que su gato Chester, que por entonces tenía siete años.

El nombre F. D. C. correspondía a Felis Domesticus Chester, y Willard era el nombre del padre del minino. Así fue como Chester se ganó un lugar que muchos investigadores envidiarían: firmar un paper científico junto a un físico de renombre.

Puedes ver el artículo científico, haciendo clic aquí

La jugada fue tan bien pensada que pasó desapercibida durante años. Aunque algunos colegas cercanos sabían la verdad, nadie dijo nada. La farsa se reveló mucho después, cuando un estudiante quiso entrevistar a Willard… y no obtuvo respuesta.

En 1980, el nombre de Chester volvió a figurar, esta vez como autor único de un artículo publicado en la revista francesa La Recherche, citándolo como autor referencial. El gatito cruzó el arcoíris en 1982, pero para entonces ya había hecho historia como el gato científico, casi a la par del gato de Schrödinger.

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