Trump y Xi hablaron sobre cómo reducir tensiones

Los presidentes de Estados Unidos y China, Donald Trump y Xi Jinping, respectivamente, sostuvieron una reunión telefónica en la que trataron diferentes temas de actualidad. Destaca de la comunicación, que ambos líderes acordaron reducir tensiones en medio de la guerra arancelaria declarada por Washington.
Trump celebró la llamada telefónica, que «duró aproximadamente una hora y media» y «resultó en una conclusión muy positiva para ambos países», señaló en su red Truth Social. Asimismo, dijo que los equipos comerciales de Estados Unidos y de China mantendrán una nueva reunión «pronto».
«El presidente Xi nos invitó amablemente a la primera dama y a mí a visitar China», agregó. «Como presidentes de dos grandes naciones, esto es algo que ambos estamos deseando hacer». El magnate neoyorquino respondió a Xi con su propia invitación para que visite Estados Unidos.
Por su parte, el presidente chino volvió a pedir a su homólogo estadounidense que sea cauteloso con el tema Taiwán, y le recordó que Washington suscribió respetar el principio de una sola China, que reconoce a la isla como parte indivisible de su territorio.
Washington «debería tratar la cuestión de Taiwán con cautela» para evitar que «los separatistas de la ‘independencia de Taiwán’ arrastren a China y Estados Unidos al peligro del conflicto y la confrontación», dijo la agencia estatal de noticias Xinhua.
Corregir el rumbo
Según destaca la prensa del gigante asiático, el presidente Xi pidió a Trump corregir el rumbo de las relaciones entre los dos países, una máxima que Pekín ha reiterado en varias ocasiones ante los ataques comerciales de Washington.
«Corregir el rumbo del gran barco de las relaciones chino-estadounidenses requiere que lo gobernemos bien y que establezcamos su dirección, sobre todo para eliminar todo tipo de interferencia e incluso destrucción», dijo Xi a Trump, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Durante la llamada, Xi instó a que Estados Unidos y China “busquen resultados beneficiosos para ambas partes en un espíritu de igualdad y respeto mutuo”, al tiempo que instó a Washington a “eliminar las medidas negativas adoptadas contra China».
La tensión entre ambas partes ha ido en aumento en las semanas posteriores a que acordaran una tregua comercial de 90 días el mes pasado, lo que puso fin a una escalada arancelaria. Trump acusó a China la semana pasada de “violar” el acuerdo, una acusación que Beijing ha negado, mientras que acusó a Estados Unidos de tomar medidas para “socavar gravemente” ese consenso.