Tuyeros celebran la pascua con bendición de agua y fuego

Los templos de los seis municipios de los Valles del Tuy, estado Miranda, fueron escenarios este domingo de la tradicional bendición del agua y del fuego. Previamente, la Vigilia Pascual, celebrada entre el atardecer del Sábado Santo y el amanecer de este Domingo de Resurrección, congregó a fieles en los exteriores de las iglesias para un momento de profunda reflexión.
La bendición y el encendido del cirio pascual iluminaron la noche, simbolizando la victoria de la luz de Cristo sobre la oscuridad.
En la Basílica Nuestra Señora de Coromoto de la parroquia católica San Diego de Alcalá en Ocumare del Tuy, monseñor Raúl José Bacallao Valdés, vicario general de la Diócesis de Los Teques, presidió ambos ritos, enfatizando el gozoso anuncio de la Pascua, la luz que vence las tinieblas, y proclamó con júbilo: «El Señor ha resucitado, verdaderamente ha resucitado».
Subrayó que la resurrección de Cristo es la esperanza que da sentido a la fe, el triunfo de la vida sobre la muerte.
Explicó que el rito del fuego bendecido simboliza la luz que vence a la oscuridad, representando el triunfo de la vida sobre la muerte a través del resplandor que ilumina la noche. Mientras que la bendición del agua bautismal tiene como propósito evocar el sacramento del bautismo, invitando a los fieles a renovar las promesas que hicieron al integrarse a la fe cristiana.
Bacallao Valdés, tras caminar los pasillos de la basílica bendiciendo las aguas, exhortó a los creyentes a buscar a Dios y creer en el bautismo. También resaltó la alegría de los creyentes al saber que Jesús vive, camina con ellos y los invita a una vida nueva.
Durante la celebración, los catecúmenos recibieron sus sacramentos, incorporándose plenamente a la comunidad cristiana.
Con gran alegría y entusiasmo, los jóvenes que forman parte de la Infancia Misionera de la parroquia San Diego de Alcalá se unieron a la celebración del Domingo de Resurrección con una significativa actividad.
José Cardozo, animador del movimiento, destacó la importancia de compartir la alegría de la Pascua de Resurrección con los pequeños participantes de esta iniciativa internacional.
«En este día tan especial, estamos junto a los chicos de Infancia Misionera celebrando la Pascua de la Resurrección del Señor. Contamos con la participación activa de 25 niños de nuestro movimiento, quienes se sumaron con entusiasmo, haciendo de este encuentro una verdadera fiesta de fe y comunidad», acotó.
La liturgia ofreció un espacio de encuentro, reflexión y alegría para los niños y niñas, quienes vivieron de cerca el mensaje de esperanza y renovación que trae consigo la Pascua.
Cardozo extendió una cordial invitación a todos los niños y familias de la comunidad a unirse a la Infancia Misionera. «Esperamos que muchos más se unan a nuestro movimiento para seguir haciendo vida activa en nuestra iglesia. Juntos podemos sembrar la semilla del amor de Dios en los corazones de los más pequeños y construir un futuro lleno de fe y compromiso misionero».