Flow, una película inspirada en las mascotas de su director

¿Una historia inspirada en una mascota? Sí, eso es lo que pasó con la ganadora del Oscar, como mejor película animada: Flow, la película animada que está conquistando corazones en todo el mundo.


Este largometraje, nada convencional, es de Letonia, nos sumerge en la travesía de un gato gris, sí, es gris, no negro, que de pronto se enfrenta a algo parecido al fin del mundo, donde no hay humanos. Este gatito se embarca en un viaje de supervivencia junto a un capibara (chigüire), una garza, un perro y un lémur.
El director, Gints Zilbalodis, reveló que el personaje principal es un reflejo de un gatito azul ruso que tuvo en su juventud. Además, cada uno de los animales que acompañan al gato también tienen un significado personal, pues están inspirados en mascotas que han sido parte de su vida.
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Fuera de lo común, los animales actúan como animales
En esta película de bajo presupuesto, no hay actores que doblan voces o chistes humanizados. No se trata de una fábula. Flow rompe con esta tradición en los dibujos animados. Los personajes no hablan ni tienen expresiones exageradas; simplemente emiten sonidos reales, cada animal se comporta como lo que es.


Este realismo natural, genera un enganche y una conexión con cada personaje. Su perro de raza golden retriever, además de acompañar al director durante el proceso creativo, le inspiró con los movimientos y el realismo de los gestos.
El equipo de animación dedicó cualquier cantidad de horas a observar videos de gatos, perros y otros animales para poder plasmar y transmitir la esencia de cada animalito y su personaje. Algunos animadores usaron a sus propias mascotas como referencia, mientras que otros acudieron al zoológico para estudiar los movimiento de animales salvajes que vemos en Flow.
Sin embargo, Zilbalodis dejó claro que no buscaban un hiperrealismo abrumador. En su lugar, se decantaron por un estilo más artístico, con texturas y trazos que evocan una sensación pictórica. «Cuando agregas demasiados detalles, pierdes parte del encanto. Prefiero diseños que permitan sentir la esencia de los personajes sin distraerse con el realismo excesivo», explicó el director.


La magia de sonidos reales
El equipo grabó sonidos reales. Un caso curioso fue el del capibara: los diseñadores de audio fueron al zoológico para grabarlo, pero se encontraron con que estos animales son extremadamente callados. ¡Tuvieron que hacerle cosquillas a uno para lograr que emitiera un sonido! Sin embargo, su voz resultó ser demasiado aguda, por lo que terminaron usando los sonidos de un camello bebé.
Animales que actúan como animales, en una película inspirada por las mascotas de su creador. Cada día, los animales siguen ganado el espacio y el respeto que merecen.
Si tienes un gato, cuando veas esta película, te sentirás identificado, con cada movimiento, mirada o gesto. Merecido premio y nominación.