13 octubre, 2025
Derrotamos el fascismo - Últimas Noticias

No sé cuántas referencias a Dios hizo Trump en su discurso de toma de posesión, fueron muchas. Muchas al futuro, al progreso, a la grandeza, a la potencia y en definitiva a la hegemonía de los EEUU en una nueva era que él está fundando sobre el pasado y el destino manifiesto expansionista atemporal de una nación que siempre ha tenido esa ilusión.

En nombre de la cual ha cometido las mayores atrocidades de la historia en todos los ámbitos. Puro futuro promisorio, un pasado inmediato terrorífico y un tiempo más lejano esplendoroso. Bajo su nuevo mandato serán el país que causará la envidia del mundo. Todos los propósitos, toda la narrativa es metafísica y maléfica. No dijo nada sobre la realidad material, ni un diagnóstico ni un plan. El deterioro del país tiene dos culpables, la administración de Biden y los inmigrantes.

¿Qué quiere decir ese discurso efectista? ¿No sabe Trump cómo y qué va a hacer? No, el discurso lo oculta todo. Si dice que se va a expandir al norte, de seguro que lo hará hacia al sur. Si sigue con la idea de reindustrializar y ocuparse de sus ciudadanos blancos y pobres, y las comunidades afro y latina, muy bien diferenciados en su discurso. No lo hará. Los objetivos de la guerra de Ucrania-Rusia parecen estar cumplidos. Uno de ellos, el más importante, la colonización de Europa occidental. El enfrentamiento con China no tiene sentido. Con Rusia puede haber acuerdos. Israel puede hacer lo que le dé la gana.

Nada va a pasar con que lleguen a Marte, es totalmente delirante pretender que es como haber llegado a la Luna y tan inútil.

Los únicos que tenemos que ver el peligro de Trump y de Estados Unidos somos nosotros, los americanos desde México a la Argentina, donde persistirá el expansionismo y eso de América para los gringos, como nunca antes. Si en nuestros países siguen mandando las burguesías dependientes, no habrá más alternativa que seguir siendo colonias. Si nuestros pueblos y nuestros líderes independientes logran la unidad tendremos la posibilidad de la resistencia activa y fuertes alianzas con países del mundo, con potencias como China y Rusia, pero habría que asegurar la unidad del Sur Global. Ojalá una historia de colonialismo de más de 500 años nos permita encontrarnos con nuestras diferencias y crear un bloque de dignidad y soberanía.

Respecto a la humanidad y la vida no hay nada que buscar en el discurso de Trump, pero tampoco es centro de la narrativa de ningún líder mundial. Ni como humo.

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