13 octubre, 2025
Producir más petróleo - Últimas Noticias

La reiterada intención manifestada por Donald Trump de prescindir del petróleo venezolano deberá sortear, para decirlo musicalmente, algunos bemoles, cada uno empaquetado en megadatos con los cuales sus asesores esperan alguna decisión de inteligencia artificial.

Pero por mucho que la inteligencia artificial sea muy inteligente e intente parangonar al personaje borgiano del cuento Funes el memorioso, tomar decisiones basadas en megadatos arroja el riesgo de tomar acciones desfasadas del contexto inmediato, el mismo que repleto de sentimientos y percepciones solo es tributo y virtud de los humanos.

Tanto es así, que si tomamos en cuenta una de sus frases más preferidas: “Todas las opciones están sobre la mesa”, es probable que Trump permita a Chevron seguir extrayendo, por ahora, los 212.900 barriles diarios de los crudos pesados venezolano Boscán y tipo Merey 16 de producción operada, según cifras del 16 de enero pasado.

Como buen burgués que se respeta, su razón existencial es ganar dinero, acumular capital lo más rápido posible con la menor o sin inversión, tesis filosófica corporativa que, mecánicamente, ha hecho extensiva a su gran empresa estado nación EEUU, donde la premura lo agobia pues apenas dispone de cuatro años en la Casa Blanca para hacer que EEUU “gane dinero” y sea la otrora todopoderosa primera potencia del planeta.

Y para echar para atrás la historia de EEUU se ha propuesto obtener energía abundante y barata, con la cual busca aminorar la inflación y bajar los costos para el funcionamiento, creación e instalación de industrias en tierras estadounidenses.

Es decir, Trump necesita petróleo al menor costo para convertir a la nación del norte en un atractivo para los inversionistas y con ello revertir la corriente globalizadora propiciada por la gobernanza del expresidente Bill Clinton, la cual estimuló la especulación financiera global y el traslado de las industrias hacia países como China, donde hallaron menores cargas impositivas y mano de obra barata.

En síntesis: su obsesión es conseguir ya energía abundante y barata para reducir costos y bajar la inflación. Nada de energías alternativas eólicas y eléctricas, más cuando cree que hay petróleo en abundancia en el subsuelo de EEUU y de los países acoplados a la política exterior de ese país, en otras palabras, en los acólitos a sus intereses.

Sobre ese norte, apenas entró en la oficina oval declaró una emergencia energética nacional, prometiendo llenar las reservas estratégicas de petróleo; dijo que EEUU pondría fin al arrendamiento de parques eólicos y revocaría lo que ha llamado una “imposición” de vehículos eléctricos.

Por ello, tras asumir el cargo de inquilino en la Casa Blanca, poco le importó que EEUU sea el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo y firmó una orden ejecutiva para retirarse del acuerdo climático de Paris, con lo cual inyectará a la atmósfera 4.000 millones de toneladas equivalentes de CO2 de aquí al 2030, según Philippe Waechte, en su artículo Trump y el clima, publicado en el diario Expansión.

“Me retiro inmediatamente de la injusta y unilateral estafa climática de París”, dijo el nuevo presidente al firmar la orden en Washington. “Estados Unidos no saboteará nuestras propias industrias mientras China contamina impunemente”.

Un Informe sobre el Cambio Climático de la Agencia Internacional de Energía señala que el sistema energético mundial es la base de las economías y sociedades modernas, pero la producción y el consumo de energía también son responsables de 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que lo convierte en el principal impulsor del cambio climático.

“Mientras las temperaturas en todo el mundo siguen batiendo records, nunca ha habido más razones para transformar rápidamente el sistema energético global. La Hoja de Ruta Net Zero de la Agencia Internacional de Energía establece un camino para que el sector energético mundial alcance emisiones netas cero a mediados de siglo, limitando el calentamiento global a 1,5 °C, como lo exige el Acuerdo de París, para evitar los peores efectos del cambio climático”.

No obstante, Trump, por el contrario, de inmediato redobló su promesa de “perforar, nené, perforar” para extraer más combustibles fósiles estadounidenses, diciendo que EEUU tiene las reservas de petróleo y gas “más grandes” del mundo, y que tiene la intención de utilizarlas.

Es tanta su ansiedad de energía barata para hacer de EEUU grande de nuevo que solicita a la Opep bajar los precios, elevar la oferta de petróleo, para detener la guerra en Ucrania entablada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte contra Rusia.

“La Opep debe dejar de ganar dinero y bajar los precios del petróleo porque los tienen bien alto y si tiene los precios altos la guerra en Ucrania no se va a detener”, dijo.

Una lectura de tales palabras es que los precios altos del petróleo favorecen a Rusia, con la implícita paradoja de que una de las causas de los altos precios son las sanciones impuestas por EEUU y la Unión Europea al sector energético ruso, que incluye a 183 buques que transportan el crudo.

Y para bajar los precios del petróleo, aminorar los costos de la energía, la fórmula de mercado es subir la oferta de petróleo, tesis que choca con la petulante frase de que “probablemente vamos a dejar de comprar petróleo a Venezuela. No lo necesitamos. EEUU tiene petróleo más que suficiente”.

Una de las variables de menor ponderación que iría en contra de “dejar de comprar petróleo a Venezuela”, es que aun cuando EEUU ha reducido las importaciones de crudo pesado, siempre necesitará de refinerías que produzcan derivados “oscuros”, a lo cual se añaden los altos costos de construir o reconvertir refinerías de crudos pesados en livianos.

De allí que aún sigue requiriendo los crudos venezolanos Boscán y el tipo Merey 16 extraídos por Chevron de los campos de Boscán en el Zulia y de Monagas. La empresa no desea irse pues se aprovecha de refinar y revender estos petróleos, debido a sus menores costos de transporte y ganancias generadas.

Chevron comenzó en Venezuela actividades de exploración en 1923 y descubrió el campo Boscán en 1946. Una muestra del interés por quedarse es que la empresa ofreció el año pasado a los trabajadores de Petropiar, donde posee 40% de las acciones y Pdvsa 60%, un bono de 300 dólares si lograban cerrar el año con los índices deseados de producción, confiabilidad y seguridad operacional.

Además, a finales del año pasado contrató a un lobista de DC cercano a varios republicanos de Florida que ocuparán puestos claves en seguridad nacional en la administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, informó el periodista estadounidense de la AP, Joshua Goodman.

La nota informa que “Chevron en el pasado presionó fuertemente para obtener una licencia del Tesoro para seguir operando en Venezuela”.

Otra variable para sopesar es que Trump también prometió reducir el precio de la gasolina por debajo de 2 dólares el galón, para lo cual requiere petróleo más barato. Y, según CNN, de aplicar aranceles sobre el petróleo canadiense y mexicano podrían elevarse los precios al consumidor estadounidense de la gasolina, el gasóleo y otros productos derivados, especialmente en las regiones más dependientes del crudo canadiense.

Canadá es la mayor fuente de petróleo extranjero de Estados Unidos. Canadá y México suministraron 71% de las importaciones estadounidenses de petróleo en 2023, según un nuevo análisis sobre las propuestas arancelarias de Trump realizado por el Servicio de Investigación del Congreso.

El primer ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau, advirtió a Trump que, de aplicar aranceles a los productos canadienses, EEUU se verá impulsado a buscar recursos energéticos en Rusia, China y Venezuela, hipótesis que aun cuando suena a chantaje político, incluye al petróleo venezolano como variable a sopesar antes de decidir prescindir del crudo bolivariano.

Por los momentos, la oferta domina el mercado petrolero. El tipo Merey 16 venezolano cerró el viernes pasado en 65,15 dólares contra 67,40 marcado la semana anterior.
El crudo aceleró su baja tras las declaraciones de Trump durante un discurso en remoto en el Foro de Davos (Suiza), donde dijo que va a pedir Arabia Saudí y a la Opep que bajen el precio del petróleo.

“Tienen que reducirlo, lo cual, francamente, me sorprende que no hicieran antes de las elecciones. No demostraron mucho cariño. Me sorprendió un poco eso”, dijo
Arabia Saudita, Rusia y otros seis miembros de la Opep+ han estado reteniendo 2,2 millones de barriles diarios en el mercado mundial para evitar que los precios caigan en exceso.

Además, la organización decidió en diciembre prorrogar esos recortes de producción al menos hasta marzo de 2025, antes de eliminarlos gradualmente en el transcurso de un año.

La Opep se encuentra bajo presión, ya que la abundante producción de petróleo en Estados Unidos y la ralentización de la demanda en China están bajando los precios

Ver fuente