El cambio de identidad del Miss Venezuela

La elección de Miss Universe Venezuela 2024 marcó el inicio de una nueva era, en la historia del concurso nacional. Calcó sin complejos la estructura del Miss Universo y borró cualquier huella que pudiera quedar de Joaquín Riviera. Para que el cambio se concretara, debieron pasar 12 años desde la muerte del productor y una sucesión de nombres al frente del show televisivo.
Con críticas a favor (“modernización”, “formato internacional”) y en contra (“pérdida de identidad”, “menos fastuosidad”), el programa trasmitido por Venevisión, el pasado 5 de diciembre, mostró la que parece ser la fórmula a replicar en el futuro inmediato.
Cinco días antes de la noche final y por segundo año consecutivo, el público fue testigo de las preliminares, que forman parte de la agenda del certamen estadounidense, siendo la única oportunidad de ver a todas las candidatas en traje de baño y traje de gala.
Llegada la linda fecha, el opening duró siete minutos, lo que representa -segundos más, segundos menos- la mitad del tiempo que antes se dedicada al arranque del show.
La autopresentación de las chicas también repitió la modalidad del MU. Cada una de las 23 aspirantes caminó hasta el micrófono, para soltar a todo gañote: Juana Pérez… ¡MISS AUYANTEPUYYY!
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El foco
Reunidas sobre el escenario, las jóvenes enfrentaron el primer momento de tensión: la reducción del grupo a 10 semifinalistas. Tras mencionar el nombre de la favorecida, los animadores le formularon una pregunta ligera relacionada con rasgos de personalidad, gustos o hobbies. Nada que ponga en duda sus capacidades intelectuales.
Solo ellas cumplieron con los desfiles tradicionales. Primero en bañadores y luego en costosos vestidos, la mayoría elaborados con pedrería. Cada pase tuvo acompañamiento musical. Ninguno de los artistas invitados contó con un bloque completo, a diferencia de lo que sucedía otrora.
La “temida” pregunta final quedó reservada para el quinteto de finalistas, otra variante en relación con los viejos tiempos, igual que el llamado Final Walk (paseo final), establecido para que el jurado pueda echar una última ojeada a las candidatas.
El Miss Universo también ha popularizado la imagen del momento cumbre de la elección. Las dos últimas chicas, paradas frente a frente, con las palmas de sus manos unidas, mientras baja la intensidad de la luz, para que la atención se centre en ambas siluetas. Música de intriga y nombre de la ganadora. Lo demás respeta la tradición: lágrimas o contención, dependiendo del perfil de la nueva reina. Y todo en tres horas y media, cuando en el pasado podía alargarse hasta más de cinco.
Nombres
Joaquín Riviera produjo el Miss Venezuela desde 1979 hasta 2012. Tras su muerte, ocurrida el 21 de abril de 2013, Hugo Carregal fue nombrado vicepresidente de producción y los llamados “Cuatro fantásticos” (Peggy Navarro, Ricardo Di Salvatore, Vicente Alvarado y Eric Simonato) continuaron su legado.
En 2015, Navarro renunció a VV y, tres años después, lo hizo Alvarado. Di Salvatore falleció en 2022. Las dos últimas ediciones del concurso estuvieron a cargo de Julio Iglesias y Brian Urea.