El mago de OS: Jorge Tuero

Fue peor que una pesadilla, porque no había que despertar. Ocurrió en vigilia. La lluvia mostró su cara más cruel al ensañarse, sin piedad, con distintas poblaciones del entonces estado Vargas. Entre el 15 y el 17 de diciembre de 1999, se registró la tragedia más horrenda que la naturaleza ha provocado en Venezuela. El número de fallecidos superó las decenas de miles. Entre ellos, el actor cómico Jorge Tuero y su familia.
La última vez que se supo de él fue el lunes 16. Según relató su colega Américo Navarro, vecinos de la avenida principal de Los Corales le gritaban que abandonara la casa, pero él se resistía a la idea, confiando en la solidez de los cimientos. Sin embargo, la vaguada derribó las hechuras de la quinta Los Ermitaños, tapiando al humorista, a su esposa Gladys Margarita, a su hija Sonia y a su nieta Solange, de tres años de edad.
Navarro obtuvo la información de fuentes directas, cuando se desplazó hasta el lugar, para tratar de rescatar algunos documentos de su propia vivienda, en los alrededores de lo que se convirtió en la tumba de su amigo. La ironía del destino quiso que el final del personaje conocido como “El terror del llano” se produjera de la manera más escalofriante.
Jorge Tuero tenía 63 años. Estaba en pleno apogeo, gracias a su trabajo en el programa Cheverísimo. Saboreaba las mieles de una carrera que comenzó cuando tenía 13 años y su hermano mayor -Carlos- lo incorporó al staff de la emisora La Voz de la Patria, convertida más tarde en Radio Capital.
Debutó en radionovelas y luego dio el salto a la pequeña pantalla, sumándose al equipo de la Televisora Nacional Canal 5. Intervino en distintas producciones, junto a los pioneros del medio, hasta que fue contratado para integrar el elenco de Radio rochela. En el emblemático programa de los lunes permaneció tres décadas. En 1983, sin aviso y sin protesto, lo liquidaron.
Encontró refugio en su casa del litoral, donde cuidaba sus árboles frutales y mantenía el césped, cuando no estaba en el chinchorro. Allí compartía con su esposa y su hija, quienes tenían una compañía de títeres. Disfrutaba también de su rol de abuelo. En 1992, Gonzalo Valenoti lo rescató del olvido y lo llevó a Venevisión.
Alberto Jorge de Bort Leesmanst, de padre neerlandés y madre venezolana, adoptó su nombre artístico por dos mexicanos: la estrella Jorge Negrete y el director Emilio Tuero. Fue autodidacta en la actuación y en el aprendizaje del inglés. Andrea Bocelli era su cantante favorito y consideraba que no había mejor inversión personal que viajar.
Luego de vivir en La Candelaria, Chacao y Coche, encontró su paraíso en Los Corales, donde lo alcanzó el infortunio… hace 25 años.