Miguel Acosta Saignes, valor nacional
La antropóloga Rosa María di Falco, una de las representantes del colectivo Uno y Múltiple, nos recordó del 116 aniversario del natalicio de Miguel Acosta Saignes. Este eminente venezolano nació el 8 de noviembre de 1908 en San Casimiro, estado Aragua.
En el marco de la necesaria revolución curricular que debe llevarse adelante en el proceso bolivariano, la recuperación de la memoria científico-social venezolana es clave a fin de comprender la dinámica social y cultural a partir de la intrahistoria.
No consiste en subrayar fechas y acontecimientos sino en la comprensión cualitativa de la venezolanidad a partir de estudios realizados por eminentes docentes e investigadores como los cientos de artículos, ensayos y textos redactados en el terreno por nuestro homenajeado.
Cabe subrayar que Acosta Saignes escribió la obra titulada Latifundio, libro leído y publicado por Salvador de la Plaza en México, en el año de 1938, por su valor teórico y político en la comprensión del no desarrollo.
Hoy en día ante la embestida posmoderna de algunos progresismos, las pesquisas que intentaron explicar el “desarrollo y subdesarrollo como una antinomia singular” –tal como lo refirió el asimismo imprescindible Domingo Maza Zavala– son consideradas un anacronismo.
En consecuencia, las indagaciones en torno del latifundio como fenómeno de carácter estructural y cultural que aspiraron explicar las deformaciones que aún obstaculizan la tan ansiada liberación nacional y nuestroamericana de los intereses de los Estados Unidos y sus aliados son desestimadas como un asunto del pasado.
Justamente, lo antivenezolano que se expresa, entre otras aristas, en la cultura del latifundio –asunto que puede rastrearse en la estructura valorativa que legitima las relaciones sociales atravesadas por el abuso, la corrupción y el endorracismo–, requiere del examen político y pedagógico de sus indagaciones para redescubrir lo “afirmativo venezolano”, al igual que lo expresó el también maestro Augusto Mijares.
En suma, la recuperación del acervo intelectual y pedagógico de nuestro festejado impulsaría la formación de educadores que lucharían en contra del cientificismo y a favor de la ciencia con sentido patrio.
